Repasar los modelos de rehabilitación de cada dominio cognitivo y su eficacia es importante, pero no es suficiente.
Y así he tratado de transmitirlo en esta clase que inicia el módulo de «Rehabilitación neuropsicológica» del doble Máster en Neuropsicologia y Psicología general sanitaria, en el que colaboró desde hace 14 años.
Además de aplicar los conocimientos técnicos se suman otros factores tan importantes como la flexibilidad del terapeuta y su capacidad para poner el foco en aquello que es importante para la persona a la que vamos a acompañar tras una lesión de tipo neurológico.
Si algo hemos aprendido, es que el momento en el que apliquemos la intervención es importante , así como tener en cuenta el nivel de conciencia y de implicación de la persona en su proceso rehabilitador para compensar déficits de manera activa , o a través de estructuración y rutinas.
A su vez, he incidido en que, aunque seamos apasionados/as de la neuropsicología , no debemos olvidar la eficacia de la modificación de conducta, la necesidad de ofrecer un abordaje emocional para acompañar en la nueva identidad a la persona y a sus seres queridos, y nuestra labor a la hora de trabajar en equipo aportando pautas individualizadas y consensuadas en los diferentes recursos a los que acudimos.
Como no podía ser de otra forma, y teniendo en cuenta la globalidad del ser humano, he expuesto una evaluación e intervención posible en afectividad y sexualidad tras un daño cerebral adquirido.
Gracias al alumnado y a los diferentes profesionales que hacéis posible este encuentro de formación y reflexión un añito más.
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