Cada vez son más y más diversos los recursos que ofrecen formación a sus equipos en la atención a la salud sexual humana, lo que redunda en un mejor acompañamiento a la persona en situacion de vulnerabilidad y a sus familares.
Centros de neuro-rehabitación, residencias y unidades covivenciales, asociaciones de enfermedad mental o centros especiales de empleo de personas con mayor diversidad funcional dan valor a esta parte de la vida a traves de sus prioridades educativas a sus equipos y a las personas a las que acompañan.
Hace ya años que empezamos valorando y seleccionando objetivos relacionados con la afectividad y sexualidad humana en los centros de neuro-rehabilitación. La aportación de la neuropsicología ayuda a poder entender los cambios que muchas veces se dan en este ámbito tras un daño cerebral adquirido. De esta forma, estamos consiguiendo que tanto las personas que viven los cambios en su funcionamiento diario, comos sus familiares o personas queridas, no vivan este impacto y proceso de adaptación solos, con las muchas atribuciones causales dañinas que suelen aparecer y que busquen vías para volver a retomar su initmidad sintiéndose atractivos y merecedores de ofrecer y recibir disfrute.
Ya son varias las residencias y unidades convivenciales de Vizcaya que ofrecen una atención holística que ,por supuesto, incluye en los derechos de la persona residente vivir en un entorno facilitador de la sexualidad individual y elegida en éstas sus casas.
Asociaciones de enfermedad mental también abogan por la preparación del personal que acompaña a los/as que luchan contra los estigmas sociales de esta enfermendad y contra los propios síntomas de la enfermedad en sí misma, a diario, asi como apuestas por incluir en su cuidado, la sexualidad como parte del proyecto de vida de cada persona.
Y desde hace ya muchos años algunos centros especiales de empleo de trabajadores con discapacidad psiquica, siguen apoyando a aprender a disfrutar de una vida sexual sana y desde el conocimiento de limitaciones y fortalezas personales.
Cuantos más apoyemos está dimensión humana tan vinculada a la calidad de vida, mejor conoceremos la naturaleza humana en su
globalidad y, mejor acompañaremos a aquellos que así nos lo piden.