Compartiendo información en “casa” sobre “Intervención en afectividad y sexualidad en entornos sanitarios”. La sede del hospital de Ospitalarioak Fundazioa Euskadi de Mondragón repasa el compromiso en la atención integral que incluye esta dimensión humana tan vinculada la calidad de vida a través de dos acciones formativas.
Esta vez, de manera especial para mí, en mi “casa”, ya que he estado vinculada como neuropsicóloga a Hermanas Hospitalarias -Aita Menni durante 23 años. Ha sido una satisfacción personal poder compartir estos ratos de reflexión con compañeros del servicio de neurorrehabilitación y del área de Salud mental.
Este mes de mayo, he ofrecido dos sesiones a profesionales de la psicología, enfermería y trabajo social en las que hemos repasado el hecho sexual humano y, cómo puede verse afectado por la falta de salud mental o neurológica a lo largo de nuestras vidas. Poniendo el foco en nuestra labor como personas de referencia para aquellas que utilizan los servicios de Hermanas Hospitalarias, hemos iniciado estos espacios identificando el valor que otorgamos a la sexualidad y, si lo trasladamos a nuestro comportamiento en la clínica diaria.
Tras esta necesaria reflexión, he ofrecido conceptos teóricos para partir de la misma base y, he reivindicado un modelo de afectividad inclusivo en el que se vean representadas las personas a las que atendemos. Tan sólo de esta forma se garantiza que sean acompañadas, al igual que sus familiares y parejas, en la vivencia de su intimidad e identidad mientras utilizan nuestros servicios.
Queda reforzada la importancia de un entorno clínico que muestre interés y sepa donde “mirar” para evitar abocar al silencio los posibles cambios en la sexualidad en los procesos de falta o cambio del estado de salud.
Mostrar iniciativa en el proceso de evaluación incluyendo la sexualidad como parte integral de la personalidad de la persona, es necesario para evitar situaciones de sufrimiento o, que estos aspectos de índole íntima recaigan únicamente en familiares y parejas.
La sexualidad es un aspecto subjetivo y, por tanto, cambiante, vinculado a la identidad de la persona a lo largo de toda su vida. Se ve influenciado por el estado de salud y el estado cognitivo, conductual y emocional, por ello, como entorno que somos los profesionales, debemos de ser capaces de acompañar e intervenir en caso necesario. Asumir esta responsabilidad de integrar esta dimensión en la práctica clínica, es la única manera de garantizar que se mantengan los derechos sexuales durante un proceso de neurorrehabilitación o de estabilización de la salud mental.
Con el fin de seguir creciendo a través de la formación continuada hemos puesto en valor la sexualidad en la neurodiversidad, así como compartido pautas de manejo ante situaciones concretas de estos servicios.
La actitud activa y dispuesta de estos equipos, unida a la oferta de estos espacios de reflexión, incentivan una generalización de lo tratado en la atención clínica de calidad. Gracias a cada participante y al área de Psicología de la Fundación, en especial a su responsable la Dra. Ana I.Dominguez por seguir contando conmigo y confiando en mi experiencia.