Esta fue la idea principal desde la que partimos, ayer tarde, en la segunda formación del ciclo de psicoeducacion familiar para «Neuroactivate» en Zaragoza.
Tuve el placer de colaborar ,de modo online, con esta asociación en su programa de psicoeducación familiar con el que trata de ayudar a aquellos familiares de personas afectadas por una lesión neurológica que así lo precisan.
Tras darle la importancia debida a la necesidad de comprender el origen orgánico de muchos de los comportamientos que surgen a raíz de una lesión de este tipo, abordamos las posibles y diversas interferencias de los déficit cognitivos en las relaciones afectivo-sexuales.De esta manera evitamos considerar que los cambios conductales siempre son debidos a la intención voluntaria de la perosna o a sus alteraciones conductuales.
A su vez, repasamos aquellos factores que pueden determinan un mejor ajuste de las familias a la convivencia con un cambio de salud en un ser querido. Hicimos hincapié en la individualidad de cada persona y la singularidad de cada entorno familiar, en el diferente valor que se otorga a la afectividad y a la sexualidad en cada caso y, en que la familia es mucho más que la suma de sus miembros, es cambiante y va variando para adaptarse a las demandas externas e internas.
Tras una reflexión sobre aquellas pautas o recomendaciones que favorecen el bienestar y el ajuste a las posibles secuelas de las lesiones neurológicas, cerramos esta tarde educativa agradeciendo el esfuerzo de «Neuroactivate» por propiciar estos importantes tiempos para el cuidado del cuidador.
Gracias por hacerme partícipe y confiar en mí para esta experiencia de crecimiento común.