«…Me he comprado medio sex shop…»🙃🙃☹️☹️
A ver….antes de recurrir a estos recursos deberías preguntarte qué es lo que echas de menos!!!
Una vez identificada la necesidad concreta del momento, no debes dejar de plantearte si va a ser una práctica compartida o no, lo que implica, además de total libertad por ambas partes, el hecho de compartir o no, lo experimentado a través de su uso.
Cómo usarlos, donde guardarlos para garantizar tu intimidad y la ajena, o saber identificar cuando no está siendo un apoyo se hace imprescindible.
Podremos tener en cuenta estos recursos no sólo para el placer tal cual, sino para despertarlo o conocer mejor las sensaciones placenteras en el cuerpo (imaginar cuando hay un antes y un después de la lesión) y lo que es muchas veces más importante, en la mente. Ya que es ésta la que permite el disfrute.
Es decir, cuando aparecen casos de falta de creatividad o pensamientos positivos asociados a las manifestaciones eróticas, este tipo de recursos puede ayudar a potenciar el aspecto cognitivo del disfrute.
No deberíamos olvidar los beneficios fisiológicos de su uso, es decir; fortalecimiento del suelo pélvico, mejoría de la incontinencia o del control eyaculatorio, etc.
Todos estos aspectos los hemos repasado con las mujeres que superan el estigma de la #enfermedadmental a diario en @AVIFES
MUJERES, si, con grandes mayúsculas. Gracias por estos ratos.