En la práctica clínica diaria los/las neuropsicólogos/as tratamos de concretar lo más posible los objetivos que nos planteamos conseguir para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Tratamos de seleccionar y objetivar aquellos retos que fomentarían una mayor autonomía, normalización y satisfacción en sus vidas cotidianas y, en consecuencia, en las de su entorno.
Cuanto más detallada sea la descripción de tareas, más fácil será reevaluarlas según su evolución, facilitar la puesta en común con el paciente y/o su entorno cercano y, por último, generalizar los resultados en todos los ámbitos de la vida de la persona afectada. Para la consecución de objetivos relativos a los dominios cognitivos y conductuales podemos utilizar objetivos como los siguientes:
Igualmente, y, como siempre, individualizando la intervención, incluiremos la afectividad y sexualidad en la práctica diaria para anticiparnos a dificultades en este ámbito. Con la ayuda de la Guía Clínica “Aprendiendo a disfrutar” y de los diferentes modelos neuropsicológicos, nos proponemos alcanzar objetivos clínicos como los siguientes:
De esta forma, queda incluida la dimensión de la sexualidad y sus posibles objetivos a conseguir en el trabajo clínico diario. Aseguramos una atención global a aquellas personas que merecen vivir una vida salvada.