Durante este fin de semana se ha reflexionado sobre la manera de garantizar la atención a la sexualidad a aquellas personas que así lo necesitan.
El derecho a la sexualidad de todas las personas independientemente de sus características fue defendida desde el punto de vista de diferentes profesionales de ; la psicología , ginecología, medicina , así como, desde mi punto de vista como neuropsicóloga.
Siguiendo mi trayectoria profesional analizamos la relación entre las capacidades cognitivo-conductuales y el cuidado de la salud sexual. A su vez, se puso en común la metodología de intervención aplicada tanto en talleres de cuidado de la afectividad y sexualidad como en la atención individual a aquellas personas con una mayor diversidad funcional.
Respecto a la intervención a aquellos con mayor diversidad funcional , una conclusión general y compartida fue la necesidad de dedicar parte del cuidado a la personas del entorno (familias, parejas y otros) como soporte imprescindible, tanto en la compresión y adaptación a los déficit, como en la generalización de las mejoras tras la intervención en salud sexual.
Un fin de semana para la puesta en común tanto de las intervenciones como de las limitaciones encontradas desde diferentes ámbitos sanitarios en nuestro empeño por el cuidado afectivo de cada persona.